Te extrañé, te visualicé, y te malinterpreté. Me levanté como cualquier otra mañana: apagué mi radio, me bañé, me cambié, ordené mis cosas dentro de la mochila, deseé haber limpiado mi cuarto el día anterior, pero estaba con motivos suficientes para gozar mi cotidianidad y desarrollar cada paso con una sonrisa, porque aunque yo sabía que no te vería, y sabía que al menos hoy no escucharía tu voz, > me dije mientras guardaba mis llaves, cartera, celular y ipod ;con las estridentes cuerdas de Zappa al fondo reverberando sobre las paredes blancas ‘tiroleada